LA VUELTA A ESPAÑA EN 80 LEYENDAS, es una sección en la que recorremos juntos todas y cada uno de las leyendas y grandes narraciones que acontecieron en tiempos remotos de nuestra historia. Una España repleta de grandes gestas, de mitos, de cuentos y pergaminos.
LEYENDA Nº25: EL GALLEGO DE BARCELÓS

Se encontraban pues, los habitantes del burgo tremendamente alarmados. ¡Se había cometido un delito y nadie salía castigado! Trataron los hombres de ley buscar al culpable, mas parecía que la tierra hubiera encubierto al responsable de tal perturbación. Y pasaran los días y jornadas y noches también que apareció por sus calles un forastero de tierras vecinas con aires de sospecha para quienes con él se cruzaban. Fue entonces que hombres de justicia apresaron a quien decía proceder de la norteña Galicia.
-Soltadme, par diez -dijo el gallego sin obtener mayor respuesta que la de ser postrado ante el juez-. Disculpe, señor, pero debo jurar por mi inocencia pues no soy más que un peregrino que marcha hacia Santiago para saldar su deuda.
-Callad, pues usted no es peregrino ni tiene inocencia -sentenció el juez sin alzar siquiera la mirada que dirigía con descaro a cierto gallo preparado que le habían servido en bandejas de barro.
-Si fuera verdad aquesto que os cuento, que el gallo al que a punto está de hincar el diente, se alce y cante cuando en la horca me cuelguen sin razón.
Rieron todos los allí presentes, mas ninguno creyó lo que aquel gallego contara y sin más a la soga portaron.
Y lo que parecía imposible, sucedió. Encontrábase el peregrino ya con las cuerdas en el pescuezo que la bestia alzó su cantar más allá del propio pueblo. Las gentes quedaron asustadas, temerosas, aterrorizadas y, el juez que allí permanecía sin tocar pluma alguna al animal, corrió hasta la horca para comprobar que el peregrino había sido salvado por un nudo en la soga que mal había sido atado.
El peregrino continuó su caminar hacia la ciudad de Santiago, mas al tiempo regresó y dispuso por su honor que una cruz se alzara por San Tiago, la Virgen y el Señor.
Como siempre, aquí os dejo el enlace al audio-relato: El gallego de barcelós (audio)
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